Al East L.A., ese. South El Monte, para ser exacto. Es que compré un casco para la moto en Ebay y me quedó chico. Fuí a que me lo cambiaran. Gasté $40.00 U.S. en gasolina, pero fué un paseíto dominical muy ameno.
Le dije al chino de los cascos que quería ir a Olvera Street, donde hay un pasaje de curiosidades y restaurantes mexicanos, y me dijo que las curios que venden ahí son hechas en China! Vi que era parcialmente verdad. Algunas cosas eran chinas, pero esos huaraches y esos colgadijos eran puro Oaxaca.
Hablando de Oaxaca, el Sábado andaba en el tianguis de la Zona Norte, cuando el chofer de un taxi libre me gritó: "ESE PINCHE GÜERO OAXACO!" Cuando menos adivinó mi mexicaneidad, je je.
Pero en Olvera Street, estaban los danzantes aztecas pegando de tamborazos en el parque. Puros pochitos y pochitas con sobrepeso, descalzos y con cascabeles de víbora en los tobillos. Me acordé de una esposa que tuve, que se llamaba Juanita. Todavía se llama así.
Yo no había ido ahí desde 1980, creo, y todo estaba igual. Un gentío multi-cultural de paseo, y de tragones. Entre a La Casa del Adobe, un mini-museo, y al ver un ladrillo de adobe que data de 1810, y que tenían en exposición se me humedecieron los ojos. También al pasar a la casita y ver la sala y la recámara. Los sillones. La mesa. La cama. El crucifijo. El clavicordio... Qué efímeros somos, carajo. Para poder tolerar esto es aquello de "Que me traigan una copa y muchas más..." Qué efímeros.
Me metí a a un restorancito que estaba muy concurrido. Por suerte se levantaron unos y me senté rápido. Pedí unos sopes y una ensalada de nopales.
Me sentaron ahí a una señora que venía sola, y ella y yo nos pusimos a platicar. Era de Maravatío, y tenía 19 años radicando en L.A. Trabajaba en una imprenta donde imprimían los menús de los restoranes Denny's.
Guapa, la ñora, vistiendo todas sus galas pueblerinas en su día libre. Collar de plata con un ópalo pendiente café oscuro. Yo en mi t-shirt y mis Converse negros.
No había mucho tráfico. Nadamás en un tramo, por Anaheim, bajamos a 50 millas por hora. En dos horas estaba de regreso en San Diego.
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