lunes, 31 de agosto de 2015

De las greñas donde el Doc See Me

ALGO comí anoche. Creo que fue la carne seca. Estaba tan blandita que ha de haber traído mas conservadores que carne. Desperté, tomé café y comencé a sentirme un poquito mareado. Necio, fui a desayunar al Sanborns y mientras comía sudaba que era una cosa; mis antebrazos dejaron la mesa mojada. Mi pañoleta estaba empapada de tanto enjugarme la cara y el cuello. Dejé el plato a medias y fui a pagar. El señor que estaba enfrente de mi tardaba horrores en terminar su transacción y la cajera se demoraba haciéndole indicaciones a una de las meseras. Yo, más y más nauseabundo. Pagué como pude y fui al baño a vomitar. Me sentí algo mejor, como suele suceder, pero no tenía las energías para irme caminando, asi que tomé un Libre. En la casa me quedé dormido con el ventilador puesto. Ha estado haciendo un calor infernal los últimos días.Varias horas después desperté otra vez y no me sentí del todo bien. Como nudos en el estómago. No pues, al Doc See Me. Es barato y rápido. La única cosa es que te retacan la receta de vitaminas y desinflamatorios, pero nomás hay que comprar el puro antibiótico y aguantarse como los buenos. Bueno, tu; porque yo tengo muchos anti-inflamatorios quedados de otras visitas al Doc. Eso sí; un suerito. Porque con estos calorones está cañón. Cuando llegué al consultorio habían dos personas, asi que yo fui el tercero. Al poco rato entró una travesti muy guapa con la mano en alto envuelta en un trapo sangriento y preguntó que quien era el último. Le dije que yo, pero que le cedía mi lugar porque lo suyo de veras era emergencia. Asintió agradecida. Y yo ahi con los retortijones. Lueguito entra una muchachita gordita con una toalla ceñida al cuerpo como que venía de alguna alberca; va y se mete por el pasillo hasta el baño como Juana en su casa. Cuando sale, al ver que me le quedo viendo emite una risita socarrona como que el ridículo era yo. Sale la gordita y vuelve entrar con otras dos gordas, probablemente una de ellas sería su mamá, y una bola de chamaquillos que empezaron a brincar como pulgas por la sala de espera del cosultorio. Un niño hasta movió la hilera de sillas en la cual yo estaba sentado, con sus brincos y jaloneos. La gordita bañista puso la tambora a todo volúmen en su teléfono. En fin, instalaron ahi su habitat como si estuvieran en la sala de su cocina. Luego la mamagorda, quien lucía una camiseta amarilla con el emblema de Batman, se recorrió hasta el asiento mas próximo al corredor indicando que ella era la siguiente. Me empezó a hervir la sangre y se me agrió el gesto. Pasarían otros quince minutos hasta que salió la travesti, probablemente le suturarían su dedito, y la Batigorda y yo nos paramos al mismo tiempo, pero la hice a un lado y me metí al consultorio. Dispénsame pero perdóname. Luego ya estando sentado yo, Batiesfera abrió la puerta y dijo que ella estaba primero, solo que se quedó afuera tomando el fresco, y que yo la empujé muy groseramente. El doctor bien sabía que esto no era cierto, porque él había entrado y salido un par de veces. Fue a la farmacia a por una vendas para curar a la travesti. Pues ya: qué le adolece señor. Le expliqué. Rapidito me llenó la receta, no serían ni cinco minutos, salí, vi un Libre y lo abordé. No quería quedarme un segundo mas en la cercanía de las gordas. Cuando paramos en otro Doc See Me a surtirla me di cuenta que había perdido la receta! Por apresurado no la alcancé a meter bien en la bolsa del pantalón. Pues a un tercer Doc See Me, porque en ese ya no había doctor, siendo Domingo y las nueve de la noche. Paramos en el See Me de las gordas a ver si encontraba la receta tirada en la banqueta, pero no. En el tercer See Me tenían la puerta abierta y una señora ya mayor, evidentemente la doctora, dijo que en un momento me atendería. Así fue. Tomó mis datos y dijo que me iba a recetar algo contra las amibas! Le dije seño, no tengo amibas. Fíjese que este es el tercer See Me a donde voy, y pero es que pus no me lo va usté a crer, pero perdí la receta. Decía Ciprofloxacina. Pues ya me llenó la receta como yo quería, muchas gracias cuanto fue, y agarré la burra rumbo a mi casa. Vaya aventura. Hice un coraje pero me desaburrí.

Utamadre: no es hasta la mañana siguiente que me vengo dando cuenta que nunca perdí la receta. La traía en la cartera.

miércoles, 19 de agosto de 2015

La última vez que vi a mi tía

Regresé de Querétaro a las puras dos de la tarde. Ella iba bajando las escaleras con la muchachita que la estaba cuidando ese día, un Domingo muy soleado hacia finales de Septiembre. Le dije que nomás me bañaba y las alcanzaba en El Pollo Azul, que era a donde usualmente la tía iba a comer.

Cuando llegué al restaurant ya les estaban sirviendo pozole de pollo, que se veía muy sabroso, pero pedí una ensalada de espinacas, porque la noche anterior había cenado fritangas ya muy tarde, después de haber andado rondando las cantinas del centro de Querétaro con mi amigo el Tiburcio.

Después de comer, acompañé a mi tía a su casa y luego me fui caminando por Insurgentes Sur hasta llegar a Galerías Insurgentes, que es uno de los lugares en esa zona a donde me gusta meterme a matar tiempo. Todavía tengo una lamparita "Mini Mag Lite" que compré ahi en 1999 y que cargo a diario. 

Contrario a los pronósticos de la muchachita de mi tía, empezó a llover cuando salía de la tienda Liverpool. Bajé a la estación del Metro Insurgentes Sur de la nueva y controversial Línea 12 para conocerla. Buy bonita y elegante, toda de mármol gris. Poca gente dentro. De ahi me fui a Mixcoac para llegar a Barranca del Muerto. Llegué empapado a la casa de mi tía.

Según yo iba a descansar un rato para luego volver a salir. Serían las seis de la tarde. Pero me quedé profundamente dormido oyendo la lluvia y los truenos, y no desperté si no hasta las dos de la mañana. Leí hasta que me ganó el sueño otra vez.

En la mañana muy temprano salí a caminar por Revolución en dirección hacia Patriotismo. Había puestos para desayunar en la banquetas. Jugo de naranja, atole, bolillos con tamal, tortas, etc. Me metí a Aurrerá a comprar pan dulce. Le llamé a la muchachita para preguntarle qué pieza le podía llevar, y me dijo que una concha café. Llevé otra concha blanca, unas orejas, y una pieza de pan de muerto, misma que la tía y yo nos dividimos.

Estábamos de vacaciones en Acapulco cuando yo tendría como seis años. La tía me mandó con un encargo a la casa que estaba cerro abajo, pero me congelé y nunca me atreví a cruzar la calle por timidez. Al poco rato salió la tía y me encontró sentado en el jardín, ja ja. "qué pasó?".

Un par de años después, nos fuimos de Mexicali al D.F. en la flamante camioneta Buick Special 1964. Llegamos ya de noche al departamento de mi tío en Reforma 27, y la tía, su hermana, estaba sentada en la sala rodeada de familiares. Lucía un vestido negro y tacones, collar de perlas, y tenía un highball en la mano. Siempre le gustó el escocés.

Si vi a la tía en los diez años siguientes, no me acuerdo. Ah! como no: Septiembre de 1967. Convalecía yo de una hepatitis que me había tenido postrado todo ese verano y me mandaron a descansar a la casa de mi abuela en Cuernavaca. Luego pasé unos días con los primos Bishop en Barranca del Muerto, y un Sábado nos llevó la tía en su Peugeot a las pirámides.

En 1973 viví algunos meses en la casa de mi abuela y la tía bajaba del D.F. con frecuencia a sacarla a comer, y yo ahi iba de colado. Recuerdo desayunos dominicales en el jardín de Las Mañanitas, con flamingos paseándose entre el verdor. La tía tenía mas de 20 sobrinos y yo no era ni con mucho uno de sus favoritos, pero me aceptaba. Digo porque a algunos después no los dejaría ni entrar a su casa.

La he de haber visto de pasadita en los años siguientes, pero que me acuerde bien, no fue si no hasta Mayo de 1989 que me brindó hospitalidad en su piso de San José Insurgentes. Ella tuvo que salir de la ciudad, pero me dejó con las llaves y ahi pasé un par de noches.

Diez años después la visitamos mi hija, mi segunda esposa y yo. Fuimos todos a cenar a Sanborns con mi tío, que vivía enseguida de con ella. A los pocos días organizó el tío unas hamburguesas en el jardín, con cerveza y vino. La pasamos muy contentos en familia. Existen fotos.

Visité a la tía en 2005, 2006, 2011, y en 2012, que fue cuando se cayó subiendo las escaleras. Se puso feo golpe en la cabeza. La fui a ver a la Cruz Roja de Polanco. Ahí estaban Jose Esteban -- otro sobrino-- y la señora Gloria, una amiga. No me reconoció la tía. Me confundió con Jose Esteban. Solo dejaban entrar a una persona a la vez, asi que salí y le dije a Jose Esteban que la tía quería verlo.

Ya para cuando desayunábamos con pan de muerto en Septiembre de 2014 la tía estaba muy ida. No se acordaba de mi nombre a veces. No se acordaba de que lo que siempre comía en el Pollo Azul era el pozole. Por eso no se enfadaba de pedirlo.

Después de desayunar, me fui caminando a San Angel. Había un Internet ahi con señoritas muy serviciales. Es que quería imprimir unas fotos de la Iglesia de la Virgen del Sagrado Corazón, en la esquina de Ayuntamiento y Dolores allá por el Mercado de San Juan, que la tía me había dicho era a donde a mi abuelo le gustaba entrar a veces, cuando no había misa.

Regresé a con mi tía al mediodía y estaba ella sentada en la cocina tomándose un whiskito. Ya no estaba la muchachita, ahora estaba una señora grande cuidándola. Pues hombre, había que celebrar, quien sabe si nos volveríamos a ver, así que saqué de la alacena una botellita de mezcal que tenía yo guardada. Ya nadamás le quedaban dos o tres traguitos. Estuvimos ahi una media hora. Luego le di un beso en el cachete, me paré, saqué mi maleta y me fui.

Murió la tía a los dos meses, tranquila en su cama. Ya no me tocó verla.























miércoles, 5 de agosto de 2015

Mi prima Maria

'WAAAA! WAAAAA! WAAAA! Esa era mi prima Maria a los tres años de edad, en 1978, cuando la conocí en la casa de Acapulco de su papá, mi tío Augusto. Pensé, "...pinche escuincla chiqueada...". No la volví a ver hasta el año antepasado, cuando tocó a la puerta de mi habitación del Hotel Ibis en Derby, Inglaterra. Su toc-toc-toc! me despertó, y al abrir yo la puerta en pijamas, ella me dió un gran abrazo que acepté semi-dormido. Nos quedamos de ver en la cafetería en quince minutos. Habíamos coincidido allí para asistir a la boda de mi hija en el cercano villorrio de Newton Solney.

Mi prima es menudita, simpática, de fácil sonrisa y de admirable desenvolvimiento. O será desenvoltura? pero esto suena como a regalo... Traía a su novio, Pierre, un electricista de Boulogne a quien le gusta recoger choros en la playa y fumar como el proverbial chacuaco. -- el chacuaco es un pájaro, que no?  fumará mucho el pinche pájaro, o qué? -- pues ya, convivimos en la boda. Fue un día muy bonito. Muy soleado.Casualmente ahi en Newton Solney está Repton School, donde Denton Welch, un autor favorito de William Burroughs, estuvo internado. Por ahi anduve husmeando.

Al día siguiente me les pegué a Maria y a Pierre para ir a quedarme con ellos unos días a su depa de Boulogne. Ya encaminados nos agarró la hora del lonche en las inmediaciones de Milton Keynes, y ellos querían comer algo típicamente inglés. Pierre tenía la idea que los inmensamente sosos ingleses, o mejor dicho los sosos ingleses inmensamente, o mas bien los ingleses, inmensamente sosos, no tragaban otra cosa mas que borrego hervido tres veces al día. Ah pos muy fácil, dije. Vamos a por un Pub Lunch. En cualquier pub lo sirven. Bangers and Mash, Shepherd's Pie, Roast Beef. Algo así. Nos aparcamos en el centro de Milton Keynes, un centro atípico: sin iglesia, sin plaza, sin alcaldía. Puras torres residenciales con locales comerciales en la planta baja.

Es que Milton Keynes es una de las así denominadas "New Town", ciudades planeadas y construídas en la década de 1950, muy 'modernas', que pronto pasaron a ser esperpentos diseminados por la campiña inglesa. Caminamos y caminamos y ni un pub vimos. Pues ya nos metimos a un restaurant medio lujosillo que estaba por allí. Brown's, se llamaba.

 Le recomendé a mi prima el Ploughman's Lunch, que en el menú era el único plato tradicional, todo lo demás sonaba a Appleby's, o a TGIF.  El Ploughman's no es mas un sandwich de jamón y queso, como los que sirven en todas partes, nadamás que desmontado. Las rebanadas de jamón por acá, el queso al lado, un pepinillo o un cebollín curtido, y un pan abierto. Los que varían son los condimentos: Branston Pickle, Picalilli. Mostaza Colman's. HP Sauce.

Después de comer corrimos hasta el carro, porque no le habíamos puesto monedas al estacionómetro y vimos que a'i venían acercándose los inspectores. Pronto nos encontramos con la carretera M25, que circunda la mancha urbana de Londres. La tomamos hacia el Este, cruzamos un puente muy alto sobre el Támesis, el Queen Elizabeth II, en Dartford Crossing. Desde allá arriba se divisa la desembocadura del río. Por ahi entraban los Heinkel 111 y los Dornier 17 en 1940. Pasamos por la caseta de cobro. Seguimos luego por la M2 y la A2 hasta llegar a Dover cayendo la tarde.

Había que esperar un rato para el transbordador, así que nos estacionamos en el pueblo y caminamos por ahi. Pierre traía su bolsita de tabaco Camels, que a cada rato sacaba. Me invitó un pitillo que yo mismo forjé. La prima me contó como cuando niña subieron varias veces en familia hasta Dover Castle allá en la punta del cerro.

En un tris cruzamos el Canal de la Mancha, y al entrar a Calais subiendo una rampa exclamé Liberté! Fraternité! Egalité! Maria me dijo que el eslogan se veía bonito en la fachada del edificio municipal, pero que esos ideales ya habían mermado mucho en la belle Fwance desde cuando le cortaron la cabeza a Louis XVI.

En la mañana, Pierre se fue a trabajar bien temprano y Maria salió a un mandado. Me dejó un recado que en poco tiempo regresaba. Yo me sentí como león enjaulado y salí a la calle a ver qué pex. Iban a dar las ocho a.m. y las chavalillas de la secundaria llegaban a la escuela. "Pardon", le dije a una con la cual casi me tropecé. "Pardon monsieur", me contestó. ( "Ah chingao, ya hasta hablo francés yo", me dije. Eso sería todo el francés que hablaría durante mi estancia )

Fui bajando por el pueblo hasta llegar al muelle donde están las pescaderías. Luego subí a la zona comercial pero nomás una cafetería estaba abierta. El señor de la farmacia amenazaba con abrir también. Y el Tabac de la esquina. Me regresé a donde Maria y toqué el timbre. Me dejó entrar y nos echamos un petit dejeuner en la sala, mientras jugábamos con su simpática gatita. Era como siamesa, pero no. Yo sintiéndome muy fontinental, nada que ver con el patán tijuanense de toalavida.

Apenas conociendo a mi prima sentí que conectábamos. Ella es muy sencilla, sin ínfulas de grande dame de la societé, ni nada de eso. Ha casado dos veces, la primera con un soldado español, y la segunda con un hippie francés muy curado que luego ese mismo día me tocaría conocer. Tuvo una hija con el primero y un hijo con el segundo.

Decidió Maria que me iba a llevar a conocer Brujas, la Venecia del Norte, una como disneylandia para todas la edades, donde tienen bonitos canales y arquitectura de los siglos XV, XVI, XVII o por a'i. Ah, y tienen unas gÜerotas con cara de inocencia. Hay una película, "En Brujas" con el actor este, deste...( cuando le pongo el 'deste' significa que fui a google a cerciorarme ) Colin Farrell. Muy entretenida. Si ves la peli ya no tienes que ir hasta Brujas personalmente. Hay una escena afuera de la torre, donde el personaje del Colin les dice a unos turistas gringos muy chonchos, les dice: yo que ustedes no subiría. Por qué no?, le preguntan. Porque son como mil escalones y ustedes están como pinches elefantes. También sale Ralph Fiennes, quien la hace del villano.

Pus ya, le pusimos aire a las llantas del carrito de Maria, y partimos hacia Bélgica. No hay retén aduanero ni de migración. Cualquier pelado puede brincarse el bordo. Todo el paisaje planito, planito. Por ahi pasaron los alemanes durante las dos guerras grandotas del siglo pasado. Llegamos a Brujas con hambre y Maria dijo aqui son famosos los choros. Pues anda pues, comimos choros al vino blanco. Los sirven con papas fritas. Luego tomamos el tour en lancha por los canales. Muy suave. Despues caminamos un buen tramo ahi por todo lo pintoresco.

Al rato paramos en otro restaurant, uno donde el maitre d' parecía almirante de marina, con su uniforme albeante de blanco y sus hombreras de barbitas doradas. Las mesas de afuera estaban casi todas ocupadas, y adentro no había ni un alma. Nos sentamos afuera junto al barandal para ver los torrentes de gente pasar, y pedimos los tradicionales waffles belgas. Mmmmmm se me antojan! Aqui tengo jarabe de agave para que no se me suba tanto l'azucar. Se me hace que me voy a hacer unos hot cakes...luego le sigo con esto....

ppppppppppppppppppppppppppppppppaquippppppppppppppppppppppppptranscurrenpppppppppppp
muchaspppppppppppppppppppppppphorasppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppppp

Mas que de mi prima, esto se trata de puro tragar, estoy viendo. Pero bueno pues. Ya no voy a mencionar nada de comida. Nadamás que compré algunos chocolatitos para regalar.

Ya no voy a mencionar nada de mucho, porque esta narración se aproxima a su fín. Manejamos de regreso a Boulogne, en un crepúsculo neblinoso de sol pálido. Como hora y media de camino. Pasando Calais nos salimos de la carretera a la altura de las canteras de mármol. Maria me quería presentar a su hijo, que estaba quedándose con su papá, quien es propietario de un campamento turístico en la comunidad de Marquise. "Camping des Trolls", se llama. Lo encuentras fácilmente en conocida red social.

Yo soy muy ranchero, no me gusta que me anden presentando a gente que no conozco, pero tanto el hijo como el padre resultaron ser muy buenos. De una pieza ambos. Ni me puse nervioso.Y menos con la cerveza que Niko, que asi se llama el ex, me invitó. Cuando traté de pagar por la chela, me dijo el bato que yo era familia.

Niko es, no estoy seguro, o un hobbit, o un troll, inmerso en Leyendas Nórdicas Odinescas del Yasabrás. Tiene unos juegos de mesa indecifrables e irreconocibles que me dejaron anonadado y estupefacto nomás de verlos. Como damas chinas, pero no. Como deste, backgammon o algo parecido. Estuve muy a gusto el rato que ahi pasamos. Me quedé con ganas de volver.

Ya en Boulogne nos detuvimos a hacer algunas compritas en un súper. Yo me hice de alguna ropa interior y de unos pantalones.  Ah! y de una botella de Calvados. Convivimos un rato en la sala del depa con Pierre, quien me dejó tocar su guitarra, muy parecida a la de Django Reinhardt, con el hoyo en forma de cacahuate. Luego Pierre me obsequió su CD de Exile On Main Street, la versión doble con rolas inéditas. Muy bueno.

A la mañana siguiente Pierre se fue a trabajar y Maria me llevo a tomar el ferry de regreso. Paramos en una tiendita porque yo quería llevarme cigarros de tabaco negro. Luego como teníamos tiempo, Maria me llevó a ver la estatua de Napoleón que está en un acantilado sobre la costa. Está el chapo Napo parado en una columna como de cincuenta metros de altura dándole la espalda a L'Anglaterre.

Me contó mi prima que Bonaparte se quedó ardido porque cuando organizaba una flota de barcazas para llevar su ejército a Inglaterra, cada vez que juntaba unas pocas llegaban los ingleses y se las quemaban! ja ja. Qué Ingleses tan pérfidos. Nunca pudo el Bonny invadirlos.

Por andar turisteando se me fue el barco, pero en una hora salía otro y yo pos cual urgencia. Ahi estuvimos un ratito platicando en la terminal. Me fui encantado de haber conocido a mi prima. Tiene el mismo sentido del humor -- sutil -- que tenía su papá, me di cuenta. A ver cuando vuelvo.























domingo, 2 de agosto de 2015

Católico en recuperación

Ahorita que leía la nota sobre Aldous Huxley en Tecate recherché que en 1962 yo era un parvulito en la primaria del Instituto Progreso de la Colonia Cacho. Malditas monjas, nos ponían a ver películas de lavado de cerebro. Una sobre el calor de las llamas del infierno, así que pórtense bien, si nooo....llegué azorado y le platiqué a mi papá, quien me dijo no les creas, no les creas. Si la religión no es para sufrir...

Hubo otro documental que nos pusieron sobre las atrocidades que por esos tiempos supuestamente estaban cometiendo Fidel Castro y el Che Guevara y sus compinches allá en Cuba. Fusilamientos y otras cosas. Te juro que el chamuco y los comunistas hacían que me cagara de miedo. Textualmente y como lo oyes. Tuve una época como a los siete años de edad, que me cagaba en los calzones. Muchas décadas después la sicóloga me diría que esto se debió a las crueldades que tuvo para conmigo la madrastra que me tocó. Copro-quiensabequé, una enfermedad mental. A lo mejor fue por la combinayshon de las two things.

Había una monja malvada que nos decía que tenía un aparato con el cual nos podía observar cuando estábamos fuera del horario de clases; en la casa, o jugando en la calle, y yo me la creía. Luego a esta misma vieja me la toparía el año siguiente en el Instituto Villafontana de Mexicali! Ahi de veras pensé que me andaba siguiendo con su pinche aparatito...

Yo estaba entre los traviesos, así que era normal que me dieran de reglazos en las manos, o que me hicieran hacer "la sillita de oro"; un castigo en el cual  tenías que recargarte contra la pared en posición de estar sentado como en una silla invisible. Esto lograba que a los pocos minutos se te cansaran los músculos de las piernas, pero tenías que seguir allí inmóvil hasta que lloraras.

En primer grado, cuando me estaban enseñando a escribir -- soy zurdo --  trataba de escribir con la mano izquierda, pero la monja a cargo me cambiaba el lápiz a la mano derecha, que porque la izquierda 'era del demonio'. Mi papá se dió cuenta y fue a hablar muy seriamente con la directora. Luego dejaron de molestarme por eso.

No fue si no hasta el sexto de primaria que por fin me cambiaron a una escuela laica, la María Castro Valenzuela, operada por una directora lesbiana muy obesa, "La Chikis", le decían, creo. No: le decían "La Beba", y tenía a su novia y mano derecha, La Quiensabequién. No me acuerdo.Vivían juntas como a tres casas de mi casa en la Calle Paris. Pero estas mujeres no eran de ningún modo mala onda, y el profe que teníamos en el salón era super-buena onda. Hasta empecé a sacar buenas calificaciones.

Hubo un concurso de ortografía, y yo quedé en segundo lugar. Me ganó la Marugenia, una chica que vivía en la calle de atrás, justamente frente a la escuela. Ella era la más genia ( sí, ya se... ) y aplicada, y tras su bella piel morena yo andaba que cacheteaba el pavimento. Nunca me peló. Snif.  Recuerdo que iba a su casa con el pretexto de enseñarle a su hermanito los pocos acordes de guitarra que me sabía, pero la pinche Maru encerrada en su recámara nunca dio la cara. Mucho menos las destas.

El profe de sexto fue como una brisa fresca de laicismo, cultura, arte, y hasta esoterismo. Que los grandes misterios del Fulcanelli y no se qué... al rato ya andaba yo dibujando pentagramas.

Bueno, empecé a leer "Los Supermachos", de Rius, quien me influenció no poco, y quien fue el que dijo, o uno de sus personajes dibujados dijo, que la biblia era un cuento. Que muy bonito, pero cuento al fin. No pos ya yo, pinches monjas chinguen a su madre y arriba la hoz y el martillo. Me consideré socialista desde los doce hasta como los 35 años de edad, cuando cayó el muro de Berlín. Die Mauer. Muy de 'Viva El Ché', yo. Y todos los demás deste, ora sí que 'íconos' ( con todo y lo que aborrezco este calificativo tan de moda últimamente ) Siqueiros y Diego Rivera y su Frida Sufrida.Y los que tu digas y mandes. La Tania de Alemania muerta en Bolivia. Ho Chi Minh e In HoTep. Los hermanos Flores Magón y los Allman Brothers.

Ahora todo lo que traiga tufo izquierdoso me da hueva, aunque les sigo teniendo un odio visceral a los ricos, a los arribistas y a los destos otros, hombre...a los... y me siento agusto entre el pueblo. En los camiones con la gente, siempre y cuando no vengan escuchando La Invasora.. Aunque me confundan con gabacho, en el sobrerruedas soy feliz. Nadamenos hoy me traje unos pants del tianguis de la Pancho Villa.

Siempre me ha gustado entrar a una iglesia desierta. Ir a misa me da flojera:  Nos sentamos. Nos paramos. Nos hincamos y santiguamos:  porlaseñaldelsantacruzdenuestrosenemigoslibranosseñordiosnuestrootrvezenelnombredelpadredelhijoydelespíritusanto Ahuuúm. Zzzzzzz.....   .

Mi abuela era espiritista cristiana. A mi apá no lo bautizaron, pero en una del últimas conversaciones que tuve con la tía Pita me dijo que a ella sí la bautizaron. En Madrid, que fue donde por azares del destino nació. Pero los mochos, los de adeveras mochos como los que hay allá en Guadalajara y en el Bajío me dan risa.  No, - ja ja ja.

Lo que sí, es que soy Guadalupano ferviente. Al fín la Virgen de Guadalupe se le apareció al indio Juan Diego, no al Arzobispo. Se le apareció al Juandieguito con un recado urgente para el Arzo: " ve y dile a aquél hijo de tal que quiero un templo en el Cerro del Tepeyac". Es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al cielo. Allá estará el San Pedro en el zaguán esperándolos con un garrote.

En resumidas cuentas y pa'cabar pronto, soy mal católico. Apenitas y pertenezco al club. Pero es la religión de mis ancestros, y en honor a ellos es que etc etc per secula seculorum y colorín colorado amén.














,